El amor es un concepto universal relativo a la afinidad entre seres, definido de diversas formas según las diferentes ideologías y puntos de vista (científico, filosófico, religioso, artístico). Habitualmente, y fundamentalmente en Occidente, se interpreta como un sentimiento relacionado con el afecto y el apego, y resultante y productor de una serie de emociones, experiencias y actitudes. En el contexto filosófico, el amor es una virtud que representa toda la bondad, compasión y afecto del ser humano. También puede describirse como acciones dirigidas hacia otros (o hacia uno mismo) y basadas en la compasión,[1] o bien como acciones dirigidas hacia otros y basadas en el afecto.[1]
En español, la palabra amor (del latín, amor, -ōris) abarca una gran cantidad de sentimientos diferentes, desde el deseo pasional y de intimidad del amor romántico hasta la proximidad emocional asexual del amor familiar y el amor platónico,[2] y hasta la profunda unidad o devoción del amor religioso.[3] En este último terreno, trasciende del sentimiento y pasa a considerarse la manifestación de un estado de la mente o del alma, identificada en algunas religiones con Dios mismo y con la fuerza que mantiene unido el universo.
Las emociones asociadas al amor pueden ser extremadamente poderosas, llegando con frecuencia a ser irresistibles. El amor en sus diversas formas actúa como importante facilitador de las relaciones interpersonales y, debido a su importancia psicológica central, es uno de los temas más frecuentes en las artes creativas (música, cine, literatura).
Desde el punto de vista de la ciencia, lo que conocemos como amor parece ser un estado evolucionado del primitivo instinto de supervivencia, que mantenía a los seres humanos unidos y heroicos ante las amenazas y facilitaba la continuación de la especie mediante la reproducción.[4]
La diversidad de usos y significados y la complejidad de los sentimientos que abarca hacen que el amor sea especialmente difícil de definir de un modo consistente, aunque, básicamente, el amor es interpretado de dos formas: bajo una concepción altruista, basada en la compasión y la colaboración, y bajo otra egoísta, basada en el interés individual y la rivalidad. El egoísmo suele estar relacionado con el cuerpo y el mundo material; el altruismo, con el alma y el mundo espiritual. Ambos son, según la ciencia actual, expresiones de procesos cerebrales que la evolución proporcionó al ser humano; la idea del alma, o de algo parecido al alma, probablemente apareció hace entre un millón y varios cientos de miles de años.[5]
A menudo, sucede que individuos, grupos humanos o empresas disfrazan su comportamiento egoísta de altruismo; es lo que conocemos como hipocresía, y encontramos numerosos ejemplos de dicho comportamiento en la publicidad. Recíprocamente, también puede ocurrir que, en un ambiente egoísta, un comportamiento altruista se disfrace de egoísmo: Oskar Schindler proporcionó un buen ejemplo.
A lo largo de la historia se han expresado, incluso en culturas sin ningún contacto conocido entre ellas, conceptos que, con algunas variaciones, incluyen la dualidad esencial del ser humano: lo femenino y lo masculino, el bien y el mal, el yin y el yang, el ápeiron de Anaximandro.
El amor es un concepto universal relativo a la afinidad entre seres, definido de diversas formas según las diferentes ideologías y puntos de vista (científico, filosófico, religioso, artístico). Habitualmente, y fundamentalmente en Occidente, se interpreta como un sentimiento relacionado con el afecto y el apego, y resultante y productor de una serie de emociones, experiencias y actitudes. En el contexto filosófico, el amor es una virtud que representa toda la bondad, compasión y afecto del ser humano. También puede describirse como acciones dirigidas hacia otros (o hacia uno mismo) y basadas en la compasión, o bien como acciones dirigidas hacia otros y basadas en el afecto.
En español, la palabra amor (del latín, amor, -ōris) abarca una gran cantidad de sentimientos diferentes, desde el deseo pasional y de intimidad del amor romántico hasta la proximidad emocional asexual del amor familiar y el amor platónico,[2] y hasta la profunda unidad o devoción del amor religioso. En este último terreno, trasciende del sentimiento y pasa a considerarse la manifestación de un estado de la mente o del alma, identificada en algunas religiones con Dios mismo y con la fuerza que mantiene unido el universo.
Las emociones asociadas al amor pueden ser extremadamente poderosas, llegando con frecuencia a ser irresistibles. El amor en sus diversas formas actúa como importante facilitador de las relaciones interpersonales y, debido a su importancia psicológica central, es uno de los temas más frecuentes en las artes creativas (música, cine, literatura).
Desde el punto de vista de la ciencia, lo que conocemos como amor parece ser un estado evolucionado del primitivo instinto de supervivencia, que mantenía a los seres humanos unidos y heroicos ante las amenazas y facilitaba la continuación de la especie mediante la reproducción.
La diversidad de usos y significados y la complejidad de los sentimientos que abarca hacen que el amor sea especialmente difícil de definir de un modo consistente, aunque, básicamente, el amor es interpretado de dos formas: bajo una concepción altruista, basada en la compasión y la colaboración, y bajo otra egoísta, basada en el interés individual y la rivalidad. El egoísmo suele estar relacionado con el cuerpo y el mundo material; el altruismo, con el alma y el mundo espiritual. Ambos son, según la ciencia actual, expresiones de procesos cerebrales que la evolución proporcionó al ser humano; la idea del alma, o de algo parecido al alma, probablemente apareció hace entre un millón y varios cientos de miles de años.
Sus ojillos vivaces iban del cielo estrellado en donde señoreaba la gran luna blanca, al espejo argentino del lago de Texcoco, en donde las bandadas de patos silenciosos bajaban en busca de los gordos ajolotes.
Después confrontaban el movimiento de las constelaciones estelares para determinar la hora, con sus profundos conocimientos de la astronomía.
De pronto estalló el grito....
Era un alarido lastimoso, hiriente, sobrecogedor. Un sonido agudo como escapado de la garganta de una mujer en agonía. El grito se fue extendiendo sobre el agua, rebotando contra los montes y enroscándose en las alfardas y en los taludes de los templos, rebotó en el Gran Teocali dedicado al Dios Huitzilopochtli, que comenzara a construir Tizoc en 1481 para terminarlo Ahuizotl en 1502 si las crónicas antiguas han sido bien interpretadas y parecio quedar flotando en el maravilloso palacio del entonces Emperador Moctezuma Xocoyótzin.
-- Es Cihuacoatl! -- exclamó el más viejo de los cuatro sacerdotes que aguardaban el portento.
-- La Diosa ha salido de las aguas y bajado de la montaña para prevenirnos nuevamente --, agregó el otro interrogador de las estrellas y la noche.
Subieron al lugar más alto del templo y pudieron ver hacia el oriente una figura blanca, con el pelo peinado de tal modo que parecía llevar en la frente dos pequeños cornezuelos, arrastrando o flotando una cauda de tela tan vaporosa que jugueteaba con el fresco de la noche plenilunar.
Cuando se hubo opacado el grito y sus ecos se perdieron a lo lejos, por el rumbo del señorío de Texcocan todo quedó en silencio, sombras ominosas huyeron hacias las aguas hasta que el pavor fue roto por algo que los sacerdotes primero y después Fray Bernandino de Sahagún interpretaron de este modo:
"...Hijos míos... amados hijos del Anáhuac, vuestra destrucción está próxima...."
Venía otra sarta de lamentos igualmente dolorosos y conmovedores, para decir, cuando ya se alejaba hacia la colina que cubría las faldas de los montes:
"...A dónde iréis.... a dónde os podré llevar para que escapéis a tan funesto destino.... hijos míos, estáis a punto de perderos..."
Al oir estas palabras que más tarde comprobaron los augures, los cuatro sacerdotes estuvieron de acuerdo en que aquella fantasmal aparición que llenaba de terror a las gentes de la gran Tenochtitlán, era la misma Diosa Cihuacoatl, la deidad protectora de la raza, aquella buena madre que había heredado a los dioses para finalmentente depositar su poder y sabiduría en Tilpotoncátzin en ese tiempo poseedor de su dignidad sacerdotal.
El emperador Moctezuma Xocoyótzin se atuzó el bigote ralo que parecía escurrirle por la comisura de sus labios, se alisó con una mano la barba de pelos escasos y entrecanos y clavó sus ojillos vivaces aunque tímidos, en el viejo códice dibujado sobre la atezada superficie de amatl y que se guardaba en los archivos del imperio tal vez desde los tiempos de Itzcoatl y Tlacaelel.
El emperador Moctezuma, como todos los que no están iniciados en el conocimiento de la hierática escritura, sólo miraba con asombro los códices multicolores, hasta que los sacerdotes, después de hacer una reverencia, le interpretaron lo allí escrito.
---Señor, -- le dijeron --, estos viejos anuales nos hablan de que la Diosa Cihuacoatl aparecerá según el sexto pronóstico de los agoreros, para anunciarnos la destrucción de vuestro imperio.
Dicen aquí los sabios más sabios y más antiguos que nosotros, que hombres extraños vendrán por el Oriente y sojuzgarán a tu pueblo y a ti mismo y tú y los tuyos serán de muchos lloros y grandes penas y que tu raza desaparecerá devorada y nuestros dioses humillados por otros dioses más poderosos.
--- Dioses más poderosos que nuestro Dios Huitzilopochtli, y que el Gran Destructor Tezcatlipoca y que nuestros formidables dioses de la guerra y de la sangre? -- preguntó Moctezuma bajando la cabeza con temor y humildad.
--- Así lo dicen los sabios y los sacerdotes más sabios y más viejos que nosotros, señor. Por eso la Diosa Cihuacoatl vaga por el anáhuac lanzando lloros y arrastrando penas, gritando para que oigan quienes sepan oír, las desdichas que han de llegar muy pronto a vuestro Imperio.
Moctezuma guardó silencio y se quedó pensativo, hundido en su gran trono de alabastro y esmeraldas; entonces los cuatro sacerdotes volvieron a doblar los pasmosos códices y se retiraron también en silencio, para ir a depositar de nuevo en los archivos imperiales, aquello que dejaron escrito los más sabios y más viejos.
Por eso desde los tiempos de Chimalpopoca, Itzcoatl, Moctezuma, Ilhuicamina, Axayácatl, Tizoc y Ahuizotl, el fantasmal augur vagaba por entre los lagos y templos del Anáhuac, pregonando lo que iba a ocurrir a la entonces raza poderosa y avasalladora.
Al llegar los españoles e iniciada la conquista, según cuentan los cronistas de la época, una mujer igualmente vestida de blanco y con las negras crines de su pelo tremolando al viento de la noche, aparecía por el Sudoeste de la Capital de la Nueva España y tomando rumbo hacia el Oriente, cruzaba calles y plazuelas como al impulso del viento, deteniéndose ante las cruces, templos y cementerios y las imágenes iluminadas por lámparas votivas en pétreas ornacinas, para lanzar ese grito lastimero que hería el alma.
-----Aaaaaaaay mis hijos.......Aaaaaaay aaaaaaay!---- El lamento se repetía tantas veces como horas tenía la noche la madrugada en que la dama de vestiduras vaporosas jugueteando al viento, se detenía en la Plaza Mayor y mirando hacia la Catedral musitaba una larga y doliente oración, para volver a levantarse, lanzar de nuevo su lamento y desaparecer sobre el lago, que entonces llegaba hasta las goteras de la Ciudad y cerca de la traza.
Jamás hubo valiente que osara interrrogarla. Todos convinieron en que se trataba de un fantasma errabundo que penaba por un desdichado amor, bifurcando en mil historias los motivos de esta aparición que se transplantó a la época colonial.
Los románticos dijeron que era una pobre mujer engañada, otros que una amante abandonada con hijos, hubo que bordaron la consabida trama de un noble que engaña y que abandona a una hermosa mujer sin linaje.
Lo cierto es que desde entonces se le bautizó como "La llorona", debido al desgarrador lamento que lanzaba por las calles de la Capital de Nueva España y que por muchos lustros constituyó el más grande temor callejero, pues toda la gente evitaba salir de su casa y menos recorrer las penumbrosas callejas coloniales cuando ya se había dado el toque de queda.
Muchos timoratos se quedaron locos y jamás olvidaron la horrible visión de "La llorona" hombres y mujeres "se iban de las aguas" y cientos y cientos enfermaron de espanto.
Poco a poco y al paso de los años, la leyende de La Llorona, rebautizada con otros nombres, según la región en donde se aseguraba que era vista, fue tomando otras nacionalidades y su presencia se detectó en el Sur de nuestra insólita América en donde se asegura que todavía aparece fantasmal, enfundada en su traje vaporoso, lanzando al aire su terrífico alarido, vadeando ríos, cruzando arroyos, subiendo colinas y vagando por cimas y montañas.
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Historia de peten
EL PETEN
El Petén es un vasto territorio de sabanas, pantanos y selvas tropicales. Se extiende desde el sur de México, el área del Lacadón, hasta las montañas del norte de Belice. Es una gran reserva de vida salvaje, parte del territorio permanece virgen, con viejos árboles como ceibas y caobas. Su extenso territorio está considerado como uno de los pulmones del planeta, debido a su exuberante vegetación. El departamento cuenta en la actualidad con varias zonas protegidas, como la Reserva de la Biosfera Maya, con más de un millón de hectáreas de bosque subtropical húmedo. Flores, es la capital departamental de El Petén, asentada en una pintoresca isla lacustre. En El Petén, además del Parque Nacional Tikal, se localizan otros sitios arqueológicos de interés, como Uaxactún, Dos Pilas, Yaxhá y Topoxté.
Los Mayas llamaban Peten es a las islas del actual Lago Petén Itza, haciéndose el nombre extensivo más tarde a todo el territorio que abarca el departamento, también se traduce como país llano o tierra plana.
El territorio fue elevado a categoría de Corregimiento en 1814. Como departamento, por el acuerdo gubernativo del 8 de mayo de 1866, en uso de las facultades otorgadas al Presidente de la República tiene a bien acordar: Que los territorios de San Marcos, Huehuetenango, Petén, Izabal y Amatitlán, que han conservado la denominación de distritos se les de en lo sucesivo la de Departamentos, debiendo en consecuencia sus autoridades tomar las mismas denominaciones de que usan las de otros departamentos de la República, sin que ninguno de ellos conserve dependencia de otro en su régimen político y administrativo.
Conforme a documentos del Archivo General de Centroamérica, en el original del decreto 63 de la Asamblea Constituyente del Estado de Guatemala, del 29 de octubre de 1825, aparece que se le dio a la cabecera Remedios del Petén la categoría de Villa. El Consejo Representativo del Estado envió al decreto el 10 de noviembre de 1825, al Jefe de Estado, quién lo devolvió firmado. Al día siguiente, el 11 de noviembre de 1825 conforme anotación marginal en el citado original, fue publicado en la sesión pública de la Asamblea. El 18 de mayo de 1830, se acuerda en honor al Vicejefe del Estado de Guatemala don Cirilo Flores, ponerle el nombre de Flores a la Cabecera departamental en lugar de Remedios del Petén, y se procede a concederle el título de Ciudad.
La población de este departamento data del período indígena, considerando como la cuna de la civilización Maya, y según estudios hechos por arqueólogos, la disolución del viejo imperio se debió a las prolongadas sequías, al hambre y a las pestes. Retirándose hacia el norte; una parte se estableció en las tierras de Champotón, cerca de Campeche, y la otra en las costas del Mar Caribe; después se retiraron al norte de Yucatán, estableciendo la ciudad de Chichén Itzá y fundando las ciudades de Mayapán y Uxmal. Posteriormente el Príncipe de Chichen Itzá se levantó con su pueblo internándose en la selva hacia el sur, llegó a poblar el actual lago Petén Itzá, cuya Capital fue Taitzá y más tarde Tayasal.
A Hernán Cortés se le considera el descubridor de El Petén por haber sido el primer europeo que pasó por su territorio en su viaje hacia Honduras, pero la Gloria de la Conquista la tiene el General Don Martín de Urzua y Arismendi", quién llegó al lago procedente de Yucatán, y tomo posesión del Territorio el 14 de marzo de 1697 en nombre del Rey de España. En 1700 tres años después de la conquista de Urzúa, la población se trasladó al islote donde actualmente se encuentra la Ciudad de Flores.
En cuanto al período hispánico y actual, el departamento ha sido colonizado en diferentes fases y por distintos grupos étnicos, lo que incide en una población heterogénea, y un panorama multicultural.
Costumbres y tradiciones
En las celebraciones del Cristo Negro de Esquipulas los habitantes de este departamento presentan los bailes folklóricos de La Chatona, El Caballito, La Cabeza y Los Moros.
Aunque por ser un departamento originalmente poblado por Itza'es, lacandones y mopanes; las organizaciones sociales fueron dominadas por mestizos/ladinos desde los más recientes siglos.
Esto implica la presencia de hermandades más que de cofradías, propiamente indígenas.
A este instrumento se le da el nombre de autóctono y es muy apreciado por los Guatemaltecos.
Es un instrumento de música ligera, en la que se da toda clase de ritmos, así como piezas selectas que se utilizan en ocasiones especiales.
Se cree que es originaria de tres lugares: de África, de Indonesia y del Amazonas.
África: se dice que los nativos de África construyeron marimbas usadas por ellos, y al venir a Guatemala, los indígenas copiaron el modelo y lo modificaron a su forma, poniéndoles cajas de resonancia, hechas con tubos de bambú o calabazas, siendo ejecutadas al principio por una sola persona. Más tarde alcanzo popularidad en las clases sociales de Guatemala.
Actualmente las cajas de resonancia se fabrican con madera de cedro o ciprés, afinadas con una membrana pegada con cera en el extremo inferior según la tecla, esto permite el "charleo" que es la prolongación del sonido.
De las marimbas más antiguas que se tiene conocimiento está: la de aro o arco, que es una marimba en la que su teclado eraa base de hormigo y el marco a base de pino o cedro con un cincho de tela que servía para que el marimbita se la colgara, esto le daba una forma portátil y le facilitaba la forma de tocar. También tenía tecomates o calabazas que tenían la función de cajas de resonancia.
Estas marimbas se pueden apreciar en museos, y de vez en cuando alguien que heredo la marimba de sus antepasados la ejecuta en momentos especiales.
Otra de las primeras marimbas están las "Marimbas Sencillas" se llamaron así porque se construyeron de acuerdo al modelo de un piano (cuando sólo se usan las teclas blancas), estás son las escalas diatónicas. Para "bemol izar" un sonido se utilizaban las bolitas de cera pegadas por debajo de la tecla, así se lograba bajar medio tono. A esto los marimbitas le llaman "Transportar".
Luego se modifica y se fabrica más grande, le agregaron una marimba pequeña a la que se le llamó "Tenor", esta marimba ya era ejecutada por 2 o 3 personas, fué así como se dió a conocer la marimba en el siglo XX.
En este momento de la historia se le da el lugar a la "Marimba Cuache" que era una marimba con doble teclado, a la par de marimbas sencillas (una grande y una pequeña).
La primera persona en construir una marimba de doble teclado capaz de producir escalas cromáticas, el Señor Sebastián Hurtado, originario de Quetzaltenango, su construcción fue una sugerencia del músico Julian Paniagua Martínez.
El primer concierto ejecuta con una marimba "doble" en la Ciudad de Guatemala fue en el año de 1899, en el cumpleaños del Presidente Manuel Estrada Cabrera, en donde los hermanos Hurtado dieron su espectáculo.
En la actualidad se acostumbra a usar dos marimbas, la pequeña llamada "Tenor" y la grande simplemente "Marimba" ejecutado por 3 o 4 personas, se le agregó también un contrabajo (Violón) que se toca de forma pulsada, y una batería para acentuar el ritmo y los tiempos de las melodías.
Los puestos de la marimba son: Picolo, Triple, Centro y Bajo, comenzando por la parte más aguda. Y los puestos del tenor: Picolo, Triple y Bajo de Tenor. En la marimba grande se acostumbra a tocar la primera voz de la melodía en el picolo y en el triple, el acorde en el centro, y en el bajo la nota más grave del acorde con su respectivo cambio.
En el tenos se toca asi: Segunda voz y a veces segunda y tercera voz juntas en el picolo y el triple. A esto se le conoce con el nombre de "Llenos" y el bajo de tonos refuerza la primera voz, algunas veces se hace contra-melodía.
En la actualidad los músicos en la marimba utilizan el solfeo, y realizan arreglos en las que cada marimbista juega un papel distinto según la melodía, esto complica la ejecución del instrumento, pero le da lucidez y encanto.
También existe una marimba que se llama "Marimba Fraccionada", inventada por el Señor Raúl Albizí Anleu, que consiste en 6 marimbas pequeñas, una para cada marimbista, lo que permite más independencia en los distntos roles que juega cada uno de ellos. A este conjunto se le conoce como "Guate marimba".
Según el Lic. David Vela, basándose en la tesis del Dr. Castañeda Paganini, dice que la posible reinvención de la marimba en Guatemala está en tela de duda ya que es muy raro que si los africanos trajeron la marimba a Guatemala, como es posible que exista en lugares o en comunidades cerradas a ellos, en alejadas montañas, y que falte en las zonas habitadas por la raza de color, lo que sí es seguro es que si Guatemala la transformó, lo hizo a tal grado de convertirla suya, en un instrumento autóctono.
Los rifles que sirvieron de modelo son marca Remington de la época (1871). Cuando el escudo figura en la Bandera de Guatemala, esta se llama Pabellón Nacional. El escudo de armas de la República cuando está diseñado independientemente de la bandera deberá colocarse en campo celeste claro porque es el color que representa la idealidad.
La historia sobre la batalla del príncipe quiché contra la invasión española sufrió de una mitificación, la leyenda sobre el héroe quiché cuenta que éste luego de resistir ferozmente a las tropas del conquistador español Alvarado en Xelajú (actual Quetzaltenango) se encontró cara a cara en batalla con el mismísimo Pedro de Alvarado. Tecún Umán clavó su lanza en el pecho del caballo de Alvarado. El jinete, después de levantarse mató con su espada de acero al cacique clavándosela en el corazón. La leyenda cuenta que un Quetzal se posó en su sangre y de allí viene el rojo en el pecho del ave. El "mito" creció durante 400 años de colonización y fue acogido como símbolo de libertad durante la conspiración para la independencia.
LA MARIMBA
La marimba es un instrumento de percusión idiófono, de forma parecida al xilófono. Posee una serie de lengüetas de madera de distintos tamaños, dispuestas de mayor a menor, que se golpean con baquetas para producir notas musicales. Cada tecla tiene su propia caja de resonancia y el conjunto está fijo en un armazón con patas.
La marimba moderna es la conocida marimba cromática, desarrollada en Guatemala, a partir de la marimba diatónica local que tuvo su origen en el balafón que los africanos construyeron en América..
En la actualidad algunos marimbistas profesionales que ejecutan el instrumento a base del solfeo, hacen arreglos en los cuales cada ejecutante toca un papel distinto; esto ha venido a complicar la ejecución del instrumento, pero le da más encanto y lucidez.
EL QUETZAL
El Quetzal es un ave perteneciente a la familia Trogonidae, que se encuentra en las regiones tropicales de América, principalmente Mesoamérica. La palabra "quetzal" fue originalmente usada solamente para el Quetzal Resplandeciente, Pharomachrus mocinno, el famoso quetzal de cola larga de Centroamérica, el cual es el ave símbolo de la República de Guatemala. Actualmente también nombra a todas aquellas especies del género Pharomachrus y Euptilotis. Los seis especies de quetzal existentes (y en peligro de extinción) son:
Fue adoptada como emblema por decreto presidencial del General Jorge Ubico, el 11 de febrero de 1934. Se tomó la decisión de la elección de una flor nacional para Guatemala gracias a la sugerencia de Leticia M. Southerland, presidenta de la exposición internacional de flores celebrada en Florida (Estados Unidos) en 1933. Desde entonces, esta flor es un símbolo de la paz, pureza y belleza.
La monja blanca se dio a conocer al mundo hace más de 100 años cuando «en el año de 1889 se estableció un intercambió botánico entre científicos de América y Europa. Las orquídeas guatemaltecas se expusieron en Viena por iniciativa del profesor Ladislao Cordero. En esa oportunidad el orquideólogo Lindley estableció los géneros Cattleya y Lycaste. Entre las orquídeas de este último género se encontraba la que más tarde sería declarada flor nacional de Guatemala, y cuyo nombre científico fue inicialmente Lycaste skinneri alba. En la actualidad el nombre ha tenido un cambio debido a las leyes de nomenclatura botánica, conociéndosele como Lycaste virginalis alba
(Cartilla Cívica Libre al Viento.)El nombre científico de la monja blanca es pues Lycaste virginalis, variedad alba y es una de las especies más raras entre las casi ochocientas que se encuentran en Guatemala, por lo que está prohibida su comercialización. La monja blanca es una orquídea, y como tal tiene un labelo o pétalo transformado que sirve como una «pista de aterrizaje» a los insectos que la polinizan. Es además, una planta epífita (vive encima de otras plantas) y cuenta con un engrosamiento del tallo (pseudobulbo) que le sirve para almacenar agua. Crece en los bosques de Verapaz, en la sierra de Las Minas y en las faldas de los volcanes del occidente guatemalteco. Abre sus pétalos entre los meses de noviembre y febrero. Su fruto es una cápsula que necesita de un determinado hongo para germinar por lo que es sumamente escasa y sensible al deterioro de su hábitat.
El árbol alcanza 60 a 70 metros de altura, con un tronco grueso que puede llegar a medir más de 3 m de diámetro con contrafuertes. El tronco y muchas de sus ramas mayores están densamente pobladas con espinas largas y robustas. Las hojas están divididas en 5 a 9 hojitas más pequeñas, cada hoja sobrepasa los 20 cm. Los árboles adultos producen varios cientos de cápsulas de semillas de unos 15 cm. Las vainas o cápsulas contienen semillas que se encuentran rodeadas por una fibra amarillenta y mullida, que es una mezcla de lignina y de celulosa.
Posee dos colores: el azul cielo y el blanco. La franja vertical blanca entre las dos celestes representa el hecho de que el país se encuentra entre el océano Pacífico al Oeste y el mar Caribe al Este. En su centro aparece el Escudo Nacional. El color blanco también representa la pureza, la integridad, la fe, la obediencia, la firmeza, la vigilancia, la paz y la nación. El color azul simboliza la justicia, la lealtad, la dulzura, la fortaleza, el cielo guatemalteco y los dos mares citados que bañan las costas del este y oeste del país, respectivamente, al igual que las de Centroamérica.